jueves, 4 de diciembre de 2008

No importa el por qué

Hoy voy a hablar sobre mi estado de ánimo. Estoy feliz sin saber por qué. Y es que aunque varios problemas y difíciles decisiones me acompañan en el día a día, pocas veces me he sentido tan satisfecha. Tengo ganas de estar contenta, de disfrutar de la vida y de celebrarla. Nadie dijo que la automedicación sea la manera correcta de solucionar algo. Y este estado de ánimo creo que es equivalente a la automedicación, y es que la alegría llega, en esta ocasión, en forma de fármaco terapéutico.Una medicina alternativa que se ha adueñado de mí a modo de energía positiva. Y ya sabéis, que esto último, nos ayuda a olvidar lo malo para quedarnos sólo con lo que merece la pena...

No sé lo que ocurrirá más tarde, si las soluciones excluirán a los problemas, o por el contario persistirán. Pero de momento, que nadie me quite la alegría, y si quieren, que me quiten más tarde lo `bailao´.

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