
Seguro que algún día habéis filosofado sin saber muy bien por qué. Pero desconocer el motivo no ocupa el lugar de las buenas reflexiones. Hoy he filosofado y lo he hecho para darme cuenta que las cosas, cuando pasan, ocurren por algo. Y que aunque en un primer momento no veamos la parte positiva de algún hecho en concreto, más tarde encontramos la recompensa. A través de lo que en cierto día inventaron los filósofos y que ahora nos sirve para encontrar explicaciones cuando no las creemos existentes, he podido constatar que el trabajo, la humildad y la constancia, siempre acaban dando su fruto, y acompañados del tiempo, ponen a cada uno en su lugar. Eso sí, después de ocupar cada uno el nuestro, es necesario estar orgullosos de lo que tenemos y sobre todo, saber por qué lo tenemos ¿Y a tí? ¿Te gusta lo que tienes? O mejor dicho ¿te gusta lo que eres?