El ecuador de una legislatura, de unas vacaciones , o de un año, siempre es parada obligatoria para realizar un balance y poder seguir adelante sabiendo lo que se ha logrado hasta ahora, o lo que por el contrario se ha quedado en el camino. Quedan tan sólo 6 meses para que finalice el 2009, y por eso yo desarrollo ahora mi cómputo de la primera mitad.
Enero fue un mes de altibajos frente a la estable situación que arrastraba desde hace algún tiempo. Pero febrero trajo consigo la calma, la tranquilidad, la seguridad y confianza en mí misma. Esa que a veces nos falta y sin embargo, es tan necesaria. Y en marzo empezó una nueva etapa para mí. No es estable, ya que aunque al principio así se presentaba, ésta sigue afortunadamente una línea ascendente en todos los sentidos que me sitúa hoy en la posición de la alegría, del bienestar. Ese por el que tanto luchamos y que tanto nos merecemos. Ese que cuando llega nos deja ser uno mismo, actuar como tal, y pensar como tal. Nos permite volver la vista atrás y reírnos de los malos momentos y comprender una vez más, que todo pasa por algo. Nuestra labor en la vida consiste en escudriñar esa parte positiva de todo, que a veces está tan escondida. Esa parte positiva que cada vez que topas con ella, te transmite tranquilidad y bienestar personal. Esa parte positiva que llevo ahora conmigo y que espero que se quede mucho tiempo más...Esa parte positiva que si te empeñas, tú también encontrarás...
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