martes, 1 de septiembre de 2009

No, no, no me moverán.....




"No, no, nos moverán". Así dice la canción ¿verdad? Pues ésta mítica frase me ayuda a describir parte de la "peripecia" que he vivido hoy. He dejado mi coche bien aparcadito mientras he ido a hacer un recado. Bien, pues al salir, veo a dos trabajadores de una empresa (de cuyo nombre no quiero acordarme pero que se dedica a transportar dinero) mirando mi coche. Rápidamente me acerco y compruebo que con una base de metal de su furgón me habían rajado un neumático con y habían rozado al mismo tiempo la parte trasera de mi vehículo. Esto le puede pasar a cualquiera, hasta aquí ningún problema. El problema viene cuando les digo que vamos a hacer el parte del seguro y me dicen que no. Que tienen la responsabilidad del dinero que contenía el furgón blindado y que por lo tanto, se tienen que marchar. Inmediatamente me he puesto delante de su vehículo y les he dicho que si se marchaban, por encima de mí. Mientras he llamado a la policía local. La conversación no daba mucho de sí:

-Nos vamos a marchar, estamos en nuestro derecho porque tenemos mucha responsabilidad por el dinero que llevamos aquí.

-Muy bien, pues pasad por encima de mí.

-Que te quites de ahí.

-Yo de aquí no me muevo.

Y así media hora hasta que por fin ha llegado la policía. Hasta entonces la cola que se había formado detrás del vehículo de la no citada empresa no hacia más que pitar y despotricar. Incluso un taxista se ha bajado de su coche llamándome chula, prepotente y otra serie de improperios a los que he respondido con un hiriente: No ofende el que quiere sino el que puede, y como ve, usted no lo está haciendo. Indignado se ha acercado a mí como un auténtico energúmeno por lo que le he advertido en tono amenazante:¡¡ni se te ocurra tocarme!!!!Afortunadamente el agente con el que me ha tocado lidiar me ha dado la razón en todo momento, y los conductores del furgón cargado de euros han asumido las responsabilidades en el parte de seguros. Una desagradable situación que ha sacado mi valentía y coraje para enfrentarme a unos estúpidos que se creían que podrían con la chica joven que tiene pintas de pija (así me han calificado ellos)...
Al terminar todo, se ha acercado a mí, un encargado de seguridad de un mercado que se encontraba justo enfrente, que para más inri es de la misma empresa que los artífices de los destrozos en mi coche y me ha felicitado por mi actuación dándome la enhorabuena por cómo me había impuesto ante los ineptos de turno, qué sin razón alguna alardeaban de hombría (por cierto, de bastante poco les ha servido...) Ésta es la parte graciosa de la situación junto con la llegada del mecánico que me ha enviado mi compañía de seguro, para que me cambiase de momento la rueda de respuesto, que se partía de risa cuando las personas que habían sido testigos de lo ocurrido le contaban mi imposición ante el furgón. Espero no volver a encontrame en otra de éstas, pero si me ocurre, sé que, teniendo la razón, nada ni nadie me puede hacer callar...Ahora toca esperar hasta que me periten los daños...Aquí os dejo una foto que muestra como ha quedado mi pobre cochecillo. Me gustaría saber qué han pensado de mí los tres "artistas" cuando todo ha acabado, porque si algo está claro es que ellos creían que frente a mí tenían las de ganar...


2 comentarios:

Quique López dijo...

Esas es mi Laura!!!! hay otra canción que se llama "las chicas peligrosas" jaja. Muy bien hecho, plantándole cara a los chulanganos de turno. Besosss

Alberto dijo...

Hay gente que sólo merece que le pasen cosas buenas, porque hacen mejores a los demás. Hay gente que no se merece nada en esta vida, y no quiero decir que les deseo cosas malas, sino que no disfruten de las buenas. Por perros. Por imbéciles. Por egoístas. Por malos.
Laura sólo se merece que le ocurran cosas buenas, los que la conocéis sabéis que estoy en lo cierto. Laura, no permitas que nadie apague tu luz. Un montón de euros en un furgón blindado o una licencia de taxi son enemigos ridículos ante la fuerza que tiene tu ángel. Que lo sepa todo el mundo. ¡A por ellos!